Recomendaciones para comprar tu Motocicleta - Parte 1

En el mercado custom de segunda mano existen un gran número de modelos y marcas. Entre un mercado tan amplio, el aficionado siempre se encuentra ante un dilema, y la duda sobre qué modelo comprar se hace inevitable. Además al ser usada aumenta todavía más la indecisión, y añade un nuevo factor, el estado de la motocicleta.

En primer lugar hay que tener claro cuál será la utilización de esta, no es aconsejable comprar un modelo Touring para hacer un uso urbano, ni una moto más sport si se pretende hacer largos trayectos y de varios días con mucho equipaje.

Al comprar una moto usada, se hace necesario conocer mínimamente el estado inicial de esta. El anterior propietario siempre nos dirá que la moto se encuentra en perfecto estado y que se han realizado los mantenimientos periódicos pero siempre debemos desconfiar y hacer un análisis previo en el que se estudie pieza por pieza el estado de la motocicleta y así poder ajustar un precio justo que nunca debe ser mayor del fijado por el mercado.

Está claro que las cosas valen lo que otro está dispuesto a pagar por ellas pero para hacernos una idea debemos visitar varias webs de venta de motocicletas y conocer el precio medio del modelo en concreto teniendo en cuenta que el precio variará según los años de antigüedad y kilometraje.

Hay veces que nos encontramos motos económicas, conocidas como “chollos”, no lo son tanto, y por cada una que se vende por debajo de su precio por necesidad o motivos personales, hay otras muchas que guardan otra historia y al final lo barato, sale caro.


El análisis de la moto por la que tenemos interés debe dirigirse hacia dos direcciones: El estado y el conocimiento de los incidentes históricos tales como los antiguos propietarios, revisiones y mantenimientos realizados, averías, etc…..

Lo habitual es encontrar la moto recién lavada, retocada y sin rastros de posibles fugas de aceite u otros líquidos.

Hay que tener en cuenta también que el vehículo puede ser importado de U.S.A y hay piezas que deben ser sustituidas para cumplir con la normativa Europea, tales como escapes, ópticas, catadióptricos y lentes del conjunto de iluminación, espejos y cuentakilómetros.

 A continuación enumeramos los elementos más importantes a revisar en una moto con historial desconocido:

-          Discos de freno y latiguillos hidráulicos.

-          Embrague.

-          Carrocería.

-          Motor.

-          Transmisión secundaria. 

-          Sistema de combustible.

-          Ruedas.

-          Suspensión y Amortiguación.

-          Conjunto de la dirección.

-          Sistema eléctrico.

-          Recorrido de prueba.

Discos de freno y latiguillos:

En el desgaste de los frenos podemos ver de una manera rápida y sencilla si los kilómetros que indica el reloj de la motocicleta son aproximadamente reales o no.  A parte del desgaste también debemos de comprobar si los discos están doblados o rajados, causado por un accidente o un candado de disco, el desgaste de las pastillas de freno y controlar la estanqueidad de todos los latiguillos, racores y juntas del sistema de frenado así como también el estado del pedal y la palanca de freno, estos últimos pueden estar dañados por el vuelco de la motocicleta.

Embrague:

El conjunto del embrague es una pieza clave para transmitir con suavidad la potencia del motor de nuestra moto a la rueda trasera y debemos de saber que el embrague es un elemento de desgaste y que muchas veces su reparación o sustitución es más una cuestión de mantenimiento de la moto que una avería. Debemos de hacer un recorrido de prueba para comprobar el buen funcionamiento de este, el primer síntoma de problemas en el embrague es la dificultad para encontrar el punto muerto o neutro. Otros dos síntomas pueden ser que el embrague resbale a causa de un posible desgaste de los discos o un mal ajuste o que este arrastre también causado por un problema en los discos, cubo o un sobrellenado de aceite.

Carrocería:

En este apartado, lo primero que tendremos que tener en cuenta será el estado de la pintura, observar si hay golpes, arañazos u oxido tanto en los guardabarros como en el depósito de combustible, un truco para saber si la carrocería ha sido reparada con masilla de pintor es pasando un imán por encima de la pintura. Controlaremos también la resistencia y el estado de todas las fijaciones de la carrocería, la tapicería del asiento y la base inferior de este. Los puntos más expuestos a posibles caídas son los puños y manetas de freno y embrague, estriberas, intermitentes y partes bajas del motor.

Motor:

El motor quizás sea la parte de la motocicleta más difícil de comprobar por parte de personas sin experiencia, ya que distinguir los sonidos de este y otros que pueden resultar extraños es relativamente complicado, sobre todo si no se conoce previamente el modelo. Lo mejor es probar la moto, esta debe de arrancar en frio con ayuda del starter (en el caso de que sea de carburación) y sin acelerar, una vez alcanzada la temperatura de funcionamiento comprobaremos la respuesta del motor en todos los regímenes y la compresión de este. Una vez quitado el starter la moto debe de mantener un ralentí estable. No debe de haber ruidos metálicos que puedan indicar desgaste u holguras en la parte interna del motor. La distribución en estos motores es hidráulica y no requiere de ajustes periódicos, por lo que si esta es muy ruidosa, puede indicar un posible daño o desgaste. Quitaremos las bujías, estas son una guía para determinar la condición general de los pistones, segmentos, válvulas, carburador y sistema de encendido. En caso de disponer de un medidor de presión podremos saber si hay fugas en la cámara de combustión.

Controlaremos posibles fugas de aceite, prestar atención en los cilindros, sobre todo en el trasero, estos motores son refrigerados por aire y suelen sufrir en zonas con temperaturas altas. Comprobaremos también el estado de los tapones de vaciado, el testigo de la presión de aceite y el estado de los tubos de escape y sus anclajes. Los escapes no deben de estar taladrados y llevar la homologación Europea correspondiente.

Transmisión Secundaria:

Revisaremos la correa trasera para comprobar si tiene desgaste no usual, grietas o pérdidas de dientes. Revisaremos también la polea dentada, la sujeción de esta y el desgaste del cromo de los dientes de esta.

Puedes seguir leyendo más recomendaciones en la segunda parte de este artículo